Ira mortal by Raúl Garbantes

Ira mortal by Raúl Garbantes

autor:Raúl Garbantes [Garbantes, Raúl]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Intriga, Novela, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 2022-06-15T00:00:00+00:00


—Por supuesto que lo haré —me responde Amy luego de escuchar todo el plan.

Apenas salí de la oficina, la llamé para aceptar el almuerzo que me había ofrecido la semana pasada. Nos encontramos en un restaurante de Little Italy que nos gusta a las dos. Mientras engullía unos fettuccine Alfredo, le expliqué lo que Philip y el agente Lorens habían ideado.

—Mira que puede ser peligroso —le informo mientras trago el último bocado. Agarro un pedazo de pan y lo paso por el plato para juntar los restos de salsa que quedan y me lo llevo a la boca. Amy observa mi forma de comer, pero no hace ningún comentario. De hecho, ella solía disfrutar de unas copas de malbec cuando comíamos aquí; hoy solo pidió agua con gas. Estuve a punto de pedir esas copas por ella, pero me contuve, vengo tan bien hasta ahora frenando mis impulsos, no vale la pena arruinarlo. Todos hacen su parte para ayudarme, saben del esfuerzo que estoy realizando, y si no lo hago por mí, al menos debo contenerme por respeto a ellos.

—No te preocupes —me dice mientras enrolla los fideos con su tenedor, todavía tiene medio plato lleno—. Sé que tú estarás ahí para cuidarme. Además, si es como dices, esto será más teatro que otra cosa, pero se verá bien en el periódico.

La veo comer y aún tengo hambre, siempre tengo hambre. Recuerdo la época, hace unos años, en que apenas comía. Me cuesta creer que hubiera podido vivir así. Le hago señas al camarero y se acerca de inmediato.

—Un gelato di cioccolato, por favor.

El camarero se va y Amy mira su plato como si estuviera pensando en otra cosa.

—¿Te pasa algo? —le pregunto y ella levanta la mirada.

—¿Fuiste a ver a los Wong?

—No —respondo sin dar explicaciones.

—Recibí una llamada ayer de uno de sus familiares —me cuenta—. Me agradecieron por la nota del periódico y me dijeron que Kim ya está fuera de peligro. Así que puedes ir a verla en el horario de visita.

Me alegra escuchar eso, pero no digo nada. Aún me siento culpable por lo que les pasó, y ahora entiendo por qué ayer seguí el consejo de mi padre y no fui a verla. Simplemente no quería hacerlo, lo iba a hacer por compromiso, nada más. Me siento muy mal por lo que les sucedió y quisiera verla recién cuando haya atrapado a los que les hicieron eso.

—Liu, por el contrario, sigue estando con pronóstico reservado, tuvo una recaída ayer. Deberías ir a ver a Kim.

—Sí, lo sé. Es solo que… —Dudo un instante antes de terminar la frase—. No me atrevo a verla, me siento culpable por lo que le sucedió.

—Escúchame bien —dice Amy poniéndose seria—. Si me pasase a mí, te perdonaría el que me hubieras involucrado, porque no me obligaste a hacerlo y estoy segura de que harías todo para cuidarme. Lo que no te perdonaría sería que no me vayas a ver.

La miro con cara de pollito mojado, ahora me siento en falta doblemente.



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